¿Conoce las características más importantes de un buen responsable de seguridad?

Un responsable de seguridad debe ser capaz de gestionar la presión. Es importante mantener la cabeza fría en cualquier situación para tomar las decisiones correctas. El estrés perjudica el razonamiento y conduce a decisiones equivocadas. El estrés no debe afectar a su proceso de pensamiento ni a sus acciones, porque una decisión inducida por el estrés puede empeorar la situación. Es lo que se conoce como Efecto Cobra: usted intenta remediar una situación, pero por un enfoque desafortunado, la empeora. Además, una mala gestión del estrés crea dificultades a largo plazo. Alguien que está constantemente bajo presión desarrollará, con el tiempo, una actitud constreñida en su pensamiento y razonamiento general. Esto puede conducir a situaciones en las que la seguridad sea la primera víctima. Un responsable de seguridad solo puede manejar una situación de emergencia si controla su nivel de estrés: "Si no soporta el calor, salga de la cocina".

Un buen responsable de salud y seguridad debe tener un excelente don de gentes. La comunicación desempeña un papel importante en la seguridad en el lugar de trabajo. No se trata solo de comunicar información, políticas y precauciones: el responsable de salud y seguridad también sabe cómo implicar y capacitar eficazmente a los empleados.

No solo importa lo que dice, sino sobre todo cómo lo dice. Puede entrar en el lugar de trabajo como el "sargento Hartman" de la película Full Metal Jacket y asegurarse de que todo el mundo se desmaya inmediatamente ante su amenazadora presencia... o mostrarse accesible y conseguir entusiasmar a la gente. El segundo enfoque requiere mucho menos esfuerzo para mantener la actitud adecuada en el lugar de trabajo. Estando abierto a las aportaciones de los empleados, el mensaje se abrirá camino en el lugar de trabajo de forma más rápida y permanente.

Además, las personas en el lugar de trabajo son una fuente de información inestimable. Muchos tienen una mochila llena de experiencia y, por tanto, saben exactamente lo que puede ir mal en su trabajo. La clave está en escuchar atentamente sus experiencias y puntos de vista, y ajustar las precauciones en consecuencia.

El sentido de la responsabilidad es un rasgo positivo del carácter y un talento valioso. Una persona con un sentido innato de la responsabilidad siempre se centrará en el bienestar de los que le rodean. Un buen responsable de seguridad lo demuestra y predica con el ejemplo. Por supuesto, no se puede esperar un sentido de la responsabilidad de los demás si se tiene una actitud despreocupada. Un mensaje transmitido con entusiasmo y de forma contagiosa calará más que uno transmitido de forma severa. Aquí obtendrá consejos sobre cómo hacer una presentación de seguridad.

En situaciones críticas, una postura firme y directa puede salvar vidas. Esto también se aplica al enfoque preventivo de los riesgos de seguridad. No todas las precauciones serán del agrado de todos. Un buen responsable de salud y seguridad está preparado para la posible resistencia de empleados y directivos. Apoya sus propuestas con argumentos claros, y subraya su importancia para que todo el mundo las entienda.

La simplicidad a la hora de comunicar y aplicar un plan de seguridad también es importante. La seguridad y la salud de los trabajadores es primordial, y un responsable de salud y seguridad nunca la subordinará a un plazo o a un presupuesto limitado. Un incidente recae sobre su cabeza, por lo que debe asegurarse de que sus prioridades son las correctas.

La seguridad y la eficiencia no se excluyen mutuamente; al contrario, un proceso solo puede considerarse eficiente si se desarrolla en condiciones de seguridad. Como responsable de seguridad, por tanto, es una ventaja tener una visión clara de los procesos empresariales. Una formación técnica o cierta experiencia en otro puesto de la empresa pueden ayudar, pero no son necesarias. De hecho, el personal de la planta tiene los conocimientos técnicos para ayudar al gestor y mejorar juntos la seguridad en el lugar de trabajo.

La seguridad también se aplica al tráfico de carretillas elevadoras y de peatones dentro y fuera de una nave industrial. Saber por dónde circulan las carretillas elevadoras y por dónde cruzan los peatones puede anticiparse a la hora de instalar barreras de tráfico de plástico.

Puede parecer un rasgo de carácter negativo, pero en realidad es esencial en una función de prevención. Alguien que ve el peligro en todas partes tiene más probabilidades de garantizar un lugar de trabajo seguro que alguien más confiado. De hecho, un pesimista probablemente está mejor preparado para lo peor que un optimista.

Además, existen diferentes tipos de pesimismo. Uno es la aversión al riesgo. Aquí, como dice la palabra, la persona tiene aversión a cualquier decisión o situación que pueda implicar un riesgo. Una actitud que sin duda puede venir bien a un responsable de salud y seguridad. Otra forma se denomina pesimismo defensivo. A diferencia de un pesimista corriente, un pesimista defensivo se prepara para posibles contratiempos. Donde otros no ven ninguna fatalidad, alguien con este rasgo puede ver posibles peligros y tomar precauciones inmediatas.

Atención: El pesimismo tiene que ser tan exagerado que resulte asfixiante: solo es un rasgo útil cuando está dentro de lo razonable. De lo contrario, puede afectar seriamente a la eficacia de los procesos, o peor aún: ¡tener el efecto contrario!

Un responsable de prevención no puede empezar a trabajar de forma planificada desde abajo. La prevención depende de los planes: un plan de tráfico, un plan corporativo de emergencia (o de contingencia), un plan de seguridad, un plan de salud, etcétera.

Un buen plan comienza con un análisis exhaustivo. Un análisis de riesgos permite al consultor de seguridad comprender los riesgos. Si puede identificarlos claramente, puede aumentar en gran medida las posibilidades de éxito del plan de transporte o de seguridad resultante. Este análisis y las medidas de seguridad también garantizan que la empresa esté preparada para las inspecciones de seguridad.

Un plan de tráfico es especialmente importante en un entorno con material rodante como carretillas elevadoras y camiones. Uno de los principales objetivos del plan de tráfico es separar los flujos. No queremos que los peatones y las carretillas elevadoras se estorben mutuamente. Entre otras cosas, el plan de tráfico determina dónde se aplican las barreras de tráfico de plástico para las columnas, dónde se necesitan bolardos o postes, o dónde colocar barreras peatonales para ofrecer una protección adicional a los trabajadores.

No olvide la mejor fuente de información de su empresa: ¡los empleados! No solo pueden evaluar el riesgo, sino que a menudo tienen una buena idea de cómo traducir el riesgo en una medida de precaución. Por ejemplo, en zonas y pasillos con tráfico de carretillas elevadoras, pueden indicarle dónde son adecuadas las barreras de tráfico de plástico.